domingo, 31 de mayo de 2009

La moda y la crisis impulsaron una nueva estética en el mercado de consumo Premium. Que un artículo sea top ya no implica que sea vistoso, exclusivo


En qué gastan los que gastan? Enteráte cuál es la nueva tendencia en el consumo suntuario
La moda y la crisis impulsaron una nueva estética en el mercado de consumo Premium.
Que un artículo sea top ya no implica que sea vistoso, exclusivo o simplemente costoso. El mercado Premium está pasando de mero materialismo a consumo discreto, con responsabilidad ecológica y social, sobriedad y el concepto de la compra como inversión .

La crisis, la moda, las nuevas filosofías de vida o los avatares del capitalismo... hay muchos factores, pero una sola tendencia: el consumo de alto nivel no disminuyó, sólo bajó los decibeles. Todavía es un mercado que mueve 450 billones de dólares a nivel mundial y 40 billones sólo en Latinoamérica, tal como publicó la revista Noticias, pero ahora sus consumidores quieren que los productos sean más que un símbolo de lujo.



Una compra de lujo es casi como decidir una inversión bursátil, sobretodo en tiempos de crisis y cuando se pide mayor conciencia social a las grandes marcas. Ahora, lo "in" es que la ropa de las casas más top, como Armani o Ermenegildo Zegna, i nviertan en materiales de fibras naturales (adiós a los abrigos de pieles naturales), y que los rascacielos y hoteles de lujo sean respetuosos del medio ambiente.



Incluso algunas marcas globales llevan adelante proyectos humanitarios o ecológicos, no tanto para limpiar la cara de la empresa sino para probar que el lujo no excluye a la solidaridad.

Además, los consumidores del lujo hoy también piden que sus productos valgan cada centavo del precio : nada de producción en masa, sí de "customización", que viene del término inglés "customize", o sea, adaptar el producto al comprador. Como éstos clientes son los únicos capaces de comprar en vez de alquilar una cartera de Louis Vuitton de 50 mil dólares , sus deseos son órdenes.

Según el CEO de Rochas, German Geller, el cliente busca "asesoramiento, relación precio - producto, y diferenciación de vestuario". El nuevo consumidor es alguien que tiene en cuenta las necesidades del planeta, pero que a la vez quiere un producto exclusivo, único y pensado para él.



Además, una suerte de culpa lo obliga a querer que las ganancias que produce la marca por su compra sean invertidas en algo más que enriquecer más a sus dueños.

Otra tendencia implica el consumo de productos de moda como inversión. Tal es el ejemplo de la "Kelly Bag", la cartera diseñada por la marca francesa Hérmes para la princesa de Mónaco, Grace Kelly. El director comercial internacional de la casa francesa, Roland Herlory, explicó que el modelo seguía siendo el elegido por el público porque por su calidad y estilo sobrio y elegante "sirve a tres generaciones" , tal como publicó la revista.

En definitiva, la moda más top por estos días es que los artículos no pasen de moda, jamás.

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