Escuchá la otra campana: llega la No-Dieta que "receta" manjares
Basta de dietas restrictivas y que producen más hambre que resultados satisfactorios: la doctora Mónica Katz propone un sistema que apuesta al placer.
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Comer no es sólo satisfacer el apetito -ni atiborrarse con comida para calmar ansiedades y angustias- , sino reunir a las personas alrededor de una mesa, o darse el gusto de probar nuevas sensaciones en el paladar. La nutricionista Mónica Katz, que forma parte del equipo médico de la Fundación Favaloro, charló con minutuno.com acerca de la importancia de una anti - dieta: la No Dieta que propone en el libro que lleva ese nombre.
Tal como la concibe Katz en su libro, la No Dieta implica recuperar "el sentido primordial del acto de comer: nutrirnos, obtener placer y socializar", y no tanto concentrarse en comer cualquier cosa viendo la televisión. En realidad, no está diseñada para ser "una dieta más de la que entro y salgo", como explica la especialista, sino en el sistemático cambio de hábitos que producirá un peso corporal "cómodo".
La nutricionista propone un régimen de alimentación que rompe con el esquema de la dieta estructurada: como ejemplo valga el caso de uno de los pacientes de la doctora Katz, que la especialista relató en el programa radial "Hola, Chiche": a un hombre que era "adicto" a una determinada marca de alfajores, Katz le "recetó" uno de esos alfajores después del almuerzo y otro después de la cena. Formaban parte del plan que la nutricionista le propuso y con el que, de hecho, bajó de peso, pero tuvo su efecto: al mes, el paciente le pedía por favor dejar de comer alfajores.
Para Katz, la "legalización del deseo" es algo muy necesario "en un mundo que ofrece comida todo el día sin movernos de casa". "El modelo de la abstinencia y la privación no funciona", sentencia Katz, quien no pierde de vista que comer es una necesidad, y un placer.
La nutricionista de la Fundación Favaloro sostiene que debemos "aprender a armarnos una porción inteligente si deseamos un cuerpo cómodo y sano". Después de todo, no es que todos los días sea una "última Cena", advierte.
La ansiedad, la angustia o la depresión tienen mucha ingerencia en los hábitos alimentarios, y Katz enfoca su sistema en percibir qué es lo que hacemos cuando comemos: "Si tengo hambre real, como. Si estoy aburrido, enojado o triste, ¿qué hago poniendo comida en la boca?".
No porque sea una "No Dieta" el sistema va a dejar de ser efectivo para aquellas personas que sufran la obesidad: ellos han padecido "la violencia de las dietas", según Katz, ya sea por programas de pérdida de peso a base de hambre (con las que han adelgazado mucho y recuperado todo lo bajado) o sistemas de "polvos mágicos que curan todo", pero que no sirven, según esta especialista.
"Sin embargo un enfoque de la obesidad no dietante no es para todos, es para gente que realmente desea terminar el maltrato, el estrés y la sensación de no tener los mismos derechos que el resto del mundo", rescata Katz. En vez, la nutricionista propone comer a lo francés: "rico pero poco, pues mañana es otro día en el que no renunciaremos al placer que se nos presenta y del que dispondremos nos guste o no".
Para bajar de peso y organizar los hábitos alimentarios no hace falta pasar hambre, sino hacer una No Dieta "siempre basados en el propio registro corporal de hambre, ése es el punto de partida para comer". O sea que si el cuerpo pide un alfajor no hay que comerlo por angustia o auto castigo, sino por el sabor de disfrutar.
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