jueves, 27 de noviembre de 2008

Cuando el amor es adicción Te revelamos algunas claves para evitar que una relación amorosa se transforme en una carga demasiado pesada.


Cuando el amor es adicción

Te revelamos algunas claves para evitar que una relación amorosa se transforme en una carga demasiado pesada.

Muchas veces la soledad puede llevarte a elegir a la persona equivocada con tal de estar en compañía.


Pero paradójicamente, si tu pareja no

se ajusta en nada a tus expectativas, es probable que te sientas tan o más sola que antes. Claro que cuando esto sucede inmediatamente se pone en escena la fantasía de que tu amor va a ser suficiente para cambiar a la personas que elegiste.

Sin embargo, los profesionales aseguran que no existe ilusión más vana que esa, pues es imposible modelar a otra persona a la medida de tus sueños. Lo curioso es que son muchos los que deciden no darse por vencidos y emprenden esta utópica tarea. ¿El resultado?. La mayoría de las veces terminan mirándose en el espejo del otro y, equivocadamente, advierten sus virtudes como defectos. Ejemplo: no son pocas las mujeres y los hombres que necesitan sentirse amados y gratificados por su pareja y no lo consiguen, pero en lugar de pensar que están con la persona equivocada, llegan a le errónea conclusión de que demasiado exigentes.

Cuando el amor es una droga

El amor termina transformándose en algo así como una droga con efectos nocivos, por lo que el precio de tener pareja, en circunstancias como estas, pasa a ser demasiado alto.
Un buen ejercicio para superar esta situación que parece un callejón sin salida, o al menos para advertir que algo está funcionando mal, es escribir en un papel cinco virtudes que debería tener un hombre o una mujer capaz de hacerte feliz. A continuación, describe a la persona que tienes al lado. No será difícil advertir si estás bien o mal acompañado, ni la primera ni la última persona que descubra que ha elegido a la pareja equivocada.

Cuando la distancia entre tu pareja y tu modelo de pareja es demasiado amplia, es bastante improbable que la relación te proporcione felicidad. Claro que a esta altura sería bueno plantearse por qué las personas no aciertan a la hora de elegir en el amor. La mayoría de las veces esto sucede porque no se sienten merecedoras del modelo de pareja que las satisface. Es por ello que trabajar sobre la propia autoestima es tan importante a la hora de construir una relación. Por supuesto que emprender este camino no es un trabajo sencillo, pero cuando se está frente a un amor adictivo e insatisfactorio, aunque al principio se teme dejarlo, cuando se logra dar ese paso inmediatamente viene una sensación de alivio.

La adicción al amor

La adicción al amor tiene raíces diferentes. La buena prensa que tiene el amor en nuestra sociedad determina que mucha gente se sienta impulsada a concretar una pareja a cualquier precio.

Por otro lado, la falta de autoestima hace que se tolere cualquier sustituto dudoso del amor. Esto le sucede tanto a hombres como a mujeres.

Pero por fortuna, cuando se comprende que también el amor puede ser una adicción peligrosa, es decir, una compulsión desmedida que, como el resto de las adicciones, crea una excesiva dependencia, la actitud hacia la pareja comienza a cambiar positivamente.

Evitar relaciones adictivas

- Tratar de mantener la lucidez para determinar cuáles son los verdaderos deseos propios y cuáles son las exigencias sociales por las que te sientes presionada. En otras palabras: tener la pareja que quieres en el momento que deseas, y no la que consigas en el momento que se supone que debes tenerla.

- Fortalecer la autoestima es muy importante para colocarse en pie de igualdad con la pareja.
- Tomar conciencia de que la felicidad está dentro de ti y que no existe ningún ser capaz de regalarte ese sentimiento fundamental de tu vida si no aprendes a sentirlo por ti misma.

- No temer a las discusiones que procuran esclarecer los motivos de desacuerdos.

- No temer un cierto grado de dependencia. Todo amor es una suerte de dependencia y no está mal que así sea, lo que hay que controlar es el grado.

- Entender que la pareja debe ser una especie de plataforma de lanzamiento hacia una vida plena, y no una penosa carga que te impide lograr lo que quieres.

- Aprender a detectar señales de alarma que te indican que estás teniendo una conducta adictiva: disconformidad e imposibilidad de manifestarla, tensión, temor excesivo a la pérdida, angustia, sensación de aislamiento.

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